Se aproxima el gran momento. Tras muchos meses trabajando durísimo diariamente, el verano llega y, con él, la ocasión idónea para gozar de unas justas vacaciones. Tu cuerpo y tu psique precisan desconectar, distanciarse de las preocupaciones por completo y centrarse en gozar al límite de un buen destino de playa y sol, de un chapuzón en la piscina y de un sinnúmero de horas en las que el mayor esmero radique en no hacer nada.