La historia como siempre es escurridiza, pues lo que nos llega suelen ser medias verdades que tenemos que ir tejiendo con hechos reales. Averiguar y escarbar hasta la veracidad absoluta suele ser una tarea muy difícil. Y los que nos quedan son las leyendas que dan la explicación a ciertas costumbres que no sabemos muy bien por qué se siguen en la actualidad, como son los alfileres de novia.
Hemos recuperado un extracto que navega por internet sobre la “Leyenda de Toledo y los alfileres” que relatamos a continuación.
Leyenda de Toledo sobre los alfileres de novias
En España, en concreto en la provincia de Toledo, las muchachas encuentran el amor si echan alfileres a la Virgen María.
En Toledo hay una leyenda que dice que hace mucho tiempo una joven toledana tenía una relación con un hombre, cuyo noviazgo no era aprobado por sus padres.
Al principio de su forzada separación, ella recibía cartas de su amado casi a diario, pero después paso el tiempo, y las cartas dejaron de llegar.
Así que la joven, triste y apenada cada vez que recordaba a su amor, se pinchaba con un alfiler, para no caer desmayada por la tristeza, y pidió en desesperación ayuda a la Virgen de los Dolores.
Días más tardes cuando la joven iba a clavarse otro alfiler, apareció el novio arrepentido y más amoroso que nunca. Se casarón y fueron felices.
Entonces llena de felicidad, la joven contó que, tras pedir ayuda a la Virgen de los Dolores, el novio regresó. Fue así como se le rebautizo el nombre como la Virgen de los Alfileres.
Y se dio como rito, que aquella mujer que quisiera que su amor volviera debería clavarse un alfiler durante mil días, y lo echara en la hornacina de la Virgen.
Hasta aquí la curiosa explicación a esta tradición, y por qué hoy en día, a modo de rito y recuerdo, ha llegado hasta nuestros días como símbolo de amor y suerte en el matrimonio.