El método se podría reducir a un total de 34 ejercicios básicos de los cuales surgen infinidad de combinaciones y ampliaciones, realizando variaciones. En ellos se trabajan ángulos anatómicos y palancas fisiológicas concretas. Se ha de realizar siempre al compás de la respiración, estando totalmente concentrado en los movimientos que se realizan, para evitar lesiones y para que sea así 100% efectivo.
Objetivo principal del Pilates
Su objetivo principal evidentemente no es la quema de calorías, sino reforzar la musculatura y aumentar la fuerza, el control y la flexibilidad de nuestro cuerpo. Aunque, como todo ejercicio físico, siempre supondrá un aumento en el gasto energético y, por tanto, también contribuye a mantener un peso equilibrado y forma física.
Los seis principios esenciales de este método son control, fluidez, concentración, respiración , precisión y centro. Precisamente, con este último principio, el Método Pilates hace referencia a una zona concreta del cuerpo denominada centro de fuerza, que también se conoce como mansión del poder.
Dicha zona la conforman los músculos abdominales, suelo pélvico, la base de la espalda y los glúteos y la intención final es que, a través de su fortalecimiento y entrenamiento, se ejerciten el resto de partes del cuerpo.
La mayoría de los ejercicios se realizan mediante una serie de movimientos suaves, tranquilos y lentos y con la ayuda de aparatos diseñados específicamente para esta disciplina. A esta disciplina se le denomina Pilates con complementos. En todos y cada uno de estos movimientos controlados se intenta conseguir la mayor precisión que nos sea posible a través del control de nuestra respiración, la correcta alineación de nuestro cuerpo y la concentración de nuestra mente.
De esta manera se evitan gestos fuertes, violentos o incontrolados que puedan ser agresivos para el organismo.